Es verdad que siempre digo que cada boda tiene algo de especial. Los nervios, la familia, la felicidad de los amigos. Todos los ingredientes necesarios para recordar ese día por siempre.
Esta boda no fue la excepción, pero hubo tres cosas que no olvidaré jamás. Es la primera vez que durante la cobertura de la boda nos agarra un temblor, y sí, corrí como Forrest Gump, afortunadamente para todos quedó en un pequeño susto de media tarde.
La segundo es lo desquiciados que resultaron ser, no solo los novios, sino los hermanos, sobrinos, padres y madres de los novios, ¡me encantan!. Por último, durante la recepción Lilian y Eduardo bailaron «Just Breathe» de Pearl Jam, una de mis canciones favoritas del mundo mundial.
Todo esto hizo que al terminar la noche nos sintiéramos afortunados de estar en esta boda; es de esas cosas que siempre se agradece.
Acá algunas fotos que intentan resumir la intensidad de la noche y la buenísima onda de los ahora esposos :)
Escucha Just Breathe de Pearl Jam