Conocer gente que probablemente no veremos nunca más es algo cotidiano cuando se sale a tomar fotos lejos de casa. Hace unos días, mientras esperabamos nuestro turno para fotografiar un cultivo de uvas, me tope con Josué y su sonrisa. Me preguntó muchas cosas sobre mí, sobre el aparato negro que llevaba en la mano, se sorprendió al verse dibujado en esa cajita a la que no le tuvo miedo nunca. Me presentó a su mami y a sus animalitos, reimos mucho y aprendí a no tenerle miedo a las gallinas.
Por Josué y su linda granja, algunas fotos con sus mejores amigos en esa mañana genial del 20 de Octubre. Artista invitado @El Pollo.
Que lindo desy! (en menos de 20 años la haces jaja). Debemos regresar un día por Josué y por el pollo que le prometí. Te manda saludos el pollo :)
Que lindas fotos, Desy. Uno se puede llevar una gran sorpresa solo por salir un poquito de la ciudad :)